El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, abrió este miércoles la esperada reunión de jefes de Estado de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible (Rio+20), en Río de Janeiro, con un discurso que no escondía su frustración con los retrocesos en el documento que saldrá de este encuentro y recibió a los líderes con un mensaje contundente.
«Nuestro recurso más escaso es el tiempo. El cambio climático está impactando todas las cuestiones de nuestra vida. Estamos en un camino peligroso. La naturaleza no negocia con los seres humanos», advirtió Ban Ki-moon frente a una audiencia de lujo que reunía 193 líderes, entre los jefes de Estado y de Gobierno de casi todo el mundo. «Muchas propuestas eran muy ambiciosas, pero cada país tiene sus intereses. Las negociaciones fueron muy difíciles. Esperaba un documento más ambicioso», declaró el secretario al abrir la cumbre.
Entre las frustraciones sentidas en el evento estaban las ausencias del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, de la canciller alemana, Angela Merkel, y del primer ministro del Reino Unido, David Cameron.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, electa en el plenario como presidenta de la Conferencia, realizó el saludo inicial de la Rio+20. «No tengo dudas de que estaremos a la altura de la complejidad que el desafío de la situación global nos impone», declaró Rousseff que, como buena parte de los líderes, llegaba de la reunión del G20, realizada en Los Cabos, México.
La brasileña se refería a la crisis que golpea a los países desarrollados, que perjudicó el avance de temas como la creación de un fondo de financiamiento patrocinado por los países ricos, destinado a proyectos sostenibles en los países pobres.
Divergencias
Los líderes mundiales discutirán hasta el viernes un documento que fue discutido y acordado por diplomáticos de sus países durante casi una semana, junto con otras 30 recomendaciones enviadas por representantes de la sociedad civil entre los temas centrales del evento, como océanos, combate a la pobreza, economía verde, ciudades sostenibles, fuentes de energía, agua potable y prevención de catástrofes naturales.
Sobre este último tema, el Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, destacó «el papel esencial» de España en el proceso para el reconocimiento en la ONU del acceso al agua y a su saneamiento como derecho humano universal, y resaltó que esa posición debe plasmarse en el documento final.
En su discurso, Ban Ki-moon también se concentró en la expectativa de que los líderes puedan avanzar sobre las divergencias que se encontraron en los niveles más bajos de decisión. El portavoz de la Rio+20, Nikhil Chandavarkar, declaró que no se esperan más modificaciones substanciales de la reunión de líderes.
Entre las divergencias que debilitaron el texto fueron la derribada del Plan de Rescate de los Océanos, la retirada del texto de la expresión «derechos reproductivos», que designa la autonomía de la mujer para decidir sobre cuándo tener hijos, y la falta de definición de los Objetivos del Milenio.
«Estoy con el corazón en llamas»
Pero el primer discurso del evento no fue de ninguno de los líderes mundiales. La neozelandesa Brittany Trilford, de 17 años, electa como la representante de la juventud y de las próximas generaciones exigió acciones a los líderes. «Estoy con el corazón en llamas. Tengo mucha rabia del estado en que se encuentra el mundo hoy», dijo Brittany, que considera que las promesas de la Rio92, evento originario del Rio+20, están «vacías».
«Nosotros, de la nueva generación, exigimos cambio, exigimos acción. Nosotros confiamos en ustedes, en las próximas 72 horas, coloquen nuestros intereses sobre todo», declaró frente a su poderoso auditorio. Falta esperar para ver si los líderes se conmueven.e:
fuente: abc.es